🖐️👨🌾 ¡Bienvenidos amantes de la Marihuana!
La 3 hermanas gitanas avanzan, se las ve felices, viven durante el día a la luz del sol primaveral, y por la noche debajo de un COB azul (50w) de 450nm y un panel led lateral (33w) de 6500K para dar presencia en el espectro de luz a colores como el verde, azul o amarillo . Humedezco el sustrato con agua pura de montaña. He añadido un pequeño ventilador para mover las plántulas y fortalecer así el tallo, cuando los tallos comiencen a estar leñosos será el momento del trasplante. Todavía no hay diferencias entre estas 3 plántulas, me quedaré con la mejor para cultivarla en casa y las otras dos las subiré al monte!
Estoy contento de poder ver la evolución de estas cepas caseras, todas emparentadas por el mismo padre, todas nacidas en casa, todas amadas y finalmente todas reunidas para una foto de familia... a jugar!
Y para no morir de aburrimiento en GD... vamos a contar historias!
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CAPÍTULO 1: La Semilla Bastarda
En el corazón de Andalucía, donde las colinas onduladas se visten de verde esmeralda y el sol besa la tierra con ardiente pasión, nació una semilla no como cualquier otra. Esta semilla, fruto de un amor prohibido y encubierto, era descendiente de una gitana y un Rey Kush, cultivada en los jardines secretos del palacio.
La madre, una gitana de rizos negros como la noche y ojos misteriosos, había sido sirvienta en la corte del Rey. Con su encanto y belleza, no tardó en capturar la atención del monarca, un hombre de gustos refinados, acostumbrado a obtener todo lo que deseaba, gran fumador de porros, con muchos secretos y deseos eróticos. Su relación, aunque efímera, fue intensa y llena de promesas susurradas al amparo de la noche. Fue en un rincón olvidado del vasto jardín donde el amor prohibido de la gitana y el Rey se consumó, dando origen a una semilla. (Royal Gypsy).
Aunque la semilla era producto de la realeza, el Rey la rechazó sin vacilar, temeroso de las consecuencias que su reconocimiento podría traer a su linaje. No era la primera vez que se desentendía de sus actos impulsivos; muchas otras semillas habían caído en el olvido, condenadas a un destino de sombras y silencio.
Pero esta semilla no estaba destinada a ser una más del montón. A pesar de ser bastarda, en ella ardía el espíritu de sus antepasados, un fuego que ni el desprecio real podía extinguir. Desde su tierra natal, en la humilde casa de la gitana, la semilla comenzó a germinar.
Los primeros días de su existencia fueron de un crecimiento silencioso pero poderoso. Aun joven e inocente, ya exhibía un vigor y una elegancia que la distinguían. Sus hojas, aún tiernas, desplegaban un verdor intenso y vibrante, como si en ellas corriese la sangre de la realeza. Sus raíces, aunque recién formadas, buscaban aferrarse a la tierra con la tenacidad de quien está determinado a reclamar su lugar en el mundo.
Cada día, la semilla se esforzaba por crecer un poco más, impulsada por el deseo de ser reconocida por su noble estirpe. Sabía que, a pesar de las circunstancias de su nacimiento, llevaba en sí el legado de dos mundos extraordinarios: la pasión indomable de su madre gitana y la fuerza inquebrantable de la Realeza Kush.
Mientras tanto, la gitana cuidaba de la semilla con amor y devoción, sabedora de la especial carga que su hija llevaba. En sus cantos al anochecer, le contaba historias de antiguos reyes y aventuras, de tiempos en que la justicia y el honor prevalecían sobre la conveniencia y el miedo.
La semilla, con cada nuevo día, no solo crecía en tamaño, sino también en esperanza. Soñaba con el día en que el mundo reconocería su valor, no como una simple bastarda, sino como una verdadera princesa de la naturaleza, digna de respeto y admiración.
Así, en medio de la adversidad la semilla continuó creciendo, entre susurros de viento y melodías de tierra, la vida de la semilla bastarda comenzaba, prometiendo una historia no solo de desafíos y rechazos, sino también de triunfos y revelaciones. En su corazón verde y vibrante, ardía el deseo de que el mundo viera más allá del escándalo de su nacimiento y reconociera la estirpe que verdaderamente llevaba dentro... continuará
HASTA LA PRÓXIMA...
SALUDOS Y SALUD A TODOS!
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Semilla nacida en casa hace dos temporadas:
El papá polinizador fue una planta hermafrodita de Royal Purple Kush de Emerald Triangle Seeds (https://growdiaries.com/diaries/168834-grow-journal-by-defharo).
La mamá fue Gypsy Kush de Kannabia seeds (https://growdiaries.com/diaries/168827-grow-journal-by-defharo)
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Gracias por hacer de nuestra Gypsy Kush una de las protagonistas de esta emocionante aventura 🤗. Desde Kannabia te deseamos el mejor de los resultados para la misma 💪💚🧡