Seguimiento LSD-25

Los cogollos son estrechos, pero muy densos y duros, algo pequeños. A falta de una tana apropiada he pesado los cogollos y hay aproximadamente unos 11 gramos de #1 y unos 10 de #2. El olor es diferente en las dos plantas, #1 es bastante parecida al olor de un ambientador, con toques alimonados y de algo parecido a amoníaco pero que no llega a serlo, #2 huele más cómo algún tipo de disolvente, aunque cuando se grinda la hierba es mucho más aromática. El sabor es muy concentrado pero suave, no rasca nada la garganta y es muy agradable, algo así como diesel con cítrico y notas terrosas. El efecto llega a los pocos segundos de dar las primeras caladas, directa al cerebro, en la parte frontal, lateral y trasera de la cabeza. Si se fuma poco a poco es una sensación de relajación muy llevadera, pero cuando ya te has acabado el porro se siente la típica sensación de "apalanque" de las índicas. Bajo sus efectos esta cepa te lleva a concentrarte y dispara tu creatividad. No la recomendaría a fumadores noveles, pero sí lo haría a las personas que sufran de dolores y trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad, es una sensación muy agradable. El año que viene repito.0