Strain
Gran planta que ha destacado en mi jardín de la alegría. una joya sudafricana que despierta todos mis los sentidos. Desde el principio ha sido una planta vigorosa y generosa, regalándome momentos sublimes de sus colas monstruosas cargadas de resina.
Sus cogollos, densos y duros como rocas, están cubiertos de un manto de tricomas que brillan bajo la luz, como si estuvieran bañados en la escarcha de una mañana fresca. Al tacto, son una delicia esponjosa, pero lo suficientemente pegajosos como para recordarte la potencia que llevan dentro, además acompañados de una mezcla de intensos aromas que me transportan a un bosque húmedo tras la lluvia, donde el eucalipto perfuma el ambiente y una nota de especias picantes se enreda en el aire. El primer toque en la lengua ofrece un sabor terroso profundo, que evoca el olor de la tierra después de una tormenta, y un delicado matiz a hongos frescos que añade una capa umami inesperada pero exquisita.
En definitiva, un cultivo excepcional donde casi he triplicado las previsiones de rendimiento del productor... repetiré!